vecino

El condominio Las Palmeras tiene una comunidad bien avenida, salvo por las constantes quejas sobre la afición a la bachata del vecino de la cuarta (4ª) planta. Día sí, día también se da su concierto particular, sobretodo los viernes y sábados por la noche, con el resto de condómines de invitados forzados a la fiesta. Desgraciadamente, esta es una situación muy habitual. Cuando pensamos que hemos llegado a la tranquilidad de nuestro hogar, de repente nos encontramos con un vecino bulloso que nos impide descansar.

Desde bien temprano en la mañana, hasta entrada la noche muchos ciudadanos sufren además los efectos nocivos de la contaminación acústica también en sus propios hogares. A la estridente sinfonía infernal de bocinas, motores y carros que llega desde la calle, le añaden la gritadera, la música a todo volumen, muebles que se arrastran a las 3 de la mañana o el ruido por reformas en el apartamento del vecino de arriba.

República Dominicana, al igual que muchos otros países, tomó cartas en el asunto hace tiempo frente a una problemática que trae de cabeza a muchos condómines. Sin ir más lejos, recientemente el Senado aprobó el proyecto de ley que modifica la  Ley No. 287-04 sobre Prevención, Supresión y Limitación de Ruidos Nocivos y Molestos que Producen Contaminación Sonora, con algunos cambios en las sanciones para quienes violan dicha ley y a la espera de la aprobación de la Cámara de Diputados. Estas sanciones van desde la incautación de bocinas y equipos de música, hasta el cierre de establecimientos y multas según la gravedad de la infracción. Por otro lado, la Norma del Ruido 001-03, fija la emisión de ruidos permisible en zonas residenciales en 60 decibelios (dB) de 7 am a 9 pm, y no debe sobrepasar los 50 dB a partir de las 9 de la noche.


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La Organización Mundial de la Salud (OMS) es aún más estricta en sus mediciones, y establece el límite de los niveles de ruido diurnos en 55 dB, mientras que por la noche marca un máximo de 30. Y es que no es un tema a tomarse a la ligera. Superar los niveles de ruido nocturno aceptables afecta a la calidad de nuestro sueño, alterando su ritmo y profundidad. Esto deriva en problemas como insomnio, irritabilidad, fatiga, dolor de cabeza… que a su vez se traducen en déficit de atención, estrés, reducción del rendimiento e incluso estados de ánimo depresivos.

Entonces, ¿qué hacer si tenemos un vecino ruidoso? Aquí van algunas recomendaciones para lidiar con este tipo de situaciones:

  • Ante todo, lo ideal es optimizar las condiciones de nuestro hogar para protegerlo en la medida de lo posible de los ruidos externos. Aunque en ocasiones pueda implicar un gasto, tu descanso y el de tu familia no tiene precio.
  • Hablar directamente con el vecino ruidoso, intentando mantener una conversación cordial y haciéndole entender las molestias que está generando. Es recomendable hacerlo también por escrito con constancia de recibo.
  • Si no reacciona, hay que comunicar el conflicto a la comunidad de vecinos y tratar el problema en la reunión de propietarios para solicitar su apoyo.
  • Cuando la vía amistosa no da sus frutos, es el momento de denunciar. Usted puede llamar al 911 y le atenderá el departamento Anti-ruidos de la Policía Nacional, que funciona desde 2015. Según la Presidencia de República Dominicana, solo en enero de 2017 recibieron 9,390 denuncias por ruido en todo el país, la mayoría de las cuales correspondían a música alta. Sobre el papel, las patrullas de policía cuentan con un sonómetro para comprobar si se está produciendo una infracción y establecerán la sanción correspondiente.
  • Si aún así el problema persiste, tenga en cuenta que la ley garantiza su derecho al descanso. Contando con un abogado experimentado, puede llevar a su vecino a los tribunales. El ruido devalúa su salud y el valor de su vivienda, así que no es conveniente dejar que el conflicto se enquiste.


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